Introduccuón

Todas las cápsulas aquí publicadas, no necesariamente reflejan las enseñanzas o doctrina del sistema tradicional religioso.

Y están escritas para la meditación y exhortación de quienes la reciben.
No es nuestra intención herir o lastimar por medio de la palabra, cualquier parentesco o similitud de alguien o algún suceso que Ud. o alguien esté pasando en el momento, es pura coincidencia, casualidad o que Cristo le esté hablando; llámese como lo quiera llamar, esperamos poder aportar por medio de Jesucristo algo bueno a su vida espiritual.
A todos los de la fe, los declaramos Bendeci2. Gt.3:9

Friday, November 19, 2010

Lo que Dios nos ha concedido.

»No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el Reino. Lc. 12:32


En este pasaje encontramos que Jesús declara que a nuestro Padre le ha placido darnos el Reino, ¿pero será esta una promesa para cuando muramos?.
Si leemos el contexto de este pasaje nos daremos cuenta que Jesús estaba hablando de asuntos de esta vida y no de la venidera.

Dijo luego a sus discípulos: «Por tanto os digo: No os angustiéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. Lucas 12:22

Notemos algo muy interesante en el verso 31: Buscad, más bien, el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.

Jesús les decía: Buscad el reino de Dios... Lo que él se refería es -Buscadme a mi y lo demás viene junto con el reino! Pero no teman, porque a vuestro Padre le a placido darles el reino y por ende lo que viene por añadidura.

Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia. 2 Pedro 1:3

Sin conocimiento no hay nada, para eso recibimos el Espíritu de Dios, para que sepamos las cosas que Él no ha concedido, su reino y todo lo que eso implica.

Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido. 1 Corintios 2:12

Ahora bien, el pasaje con el cual iniciamos comenzaba diciendo ¡No temas! Debo confesar que yo era una de las personas que me costaba mucho recibir, hasta que un día Dios el Padre me dio una lección.

Un día en mi trabajo, mi patrón de buena gana me ofreció pagarme mi gasolina por los servicios que estaba yo ofreciendo a la empresa, inmediatamente me sentí apenado y nervioso y mi respuesta casi instantánea fue un ¡No se preocupe, no tiene por qué hacerlo yo estoy bien! Increíblemente acababa de dejar ir una oportunidad que no se repite!!!
En otra ocasión me vi en la penosísima necesidad de pedirle prestado a mi patrón un dinero solo por un día, porque necesitaba pagar las placas de mi carro; a lo que me respondió diciendo: No te preocupes Carlos que la compañía te va a pagar las placas de tu carro como ayuda por tu trabajo.
Penosamente debo de confesar que rechacé esa oferta alegando que no era necesario que solo ocupaba ayuda por un día por no decir menos de 24hrs. Hay que confesarlo, otra vez me venció la pena, o el orgullo o quizá simplemente ese temor que es el causante de todo eso, o ¿porqué uno siente vergüenza? Sino por el miedo de causar lástima o miedo a ser visto de una manera en la que no quisiéramos que nadie nos vea.

El Señor me dijo ¡No temas! Yo estoy contigo y quiero colmarte de toda cosa buena para ti, y he preparado todas estas obras de antemano especialmente para ti, siempre me valdré de las personas que te rodean para hacerte llegar lo que necesitas.
¡No temas! En recibir lo que te mando, temes pasar la pena porque aún no has sido perfeccionado en la humildad, pero yo te ayudaré y no te desampararé.

Una tristeza cayó sobre mi al darme cuenta que todo eso Dios lo había preparado de antemano para sorprenderme y mostrarme que sus promesas son verdaderas y que el tiene cuidado de los que le aman; no podía creer que un gesto tan grande del creador yo no fuera capaz de recibir tan solo por pena.
Me prometí que estaría más pendiente de los detalles de mi Señor cuando tratara de sorprenderme con  algo que solo querían decir ¡Te quiero, estoy pensando en ti!

El tipo de trabajo que yo hacía para la compañía para la que trabajaba cambió; por lo que comencé a entrar más tarde, y una hermana compañera de estudio Bíblico al cual asiste mi esposa que nos visita a menudo en casa, Dios puso en su corazón el bendecirnos.

Y cuando yo me sentía muy seguro de que ya había aprendido la lección de humildad y sencillez, un día apareció la hermana por la mañana y me llamó cuando estaba yo afuera barriendo y me acerqué muy contento de verla, cuando en eso abre la puerta de su carro y me muestra dos bolsas de despensa que ella de todo corazón nos traía a regalar. En ese momento sentí que toda aquella preparación que según yo ya estaba firme comenzaba a desvanecerse, por mi mente corrieron pensamientos que me decían, ¿tan mal te vez que hasta comida te traen? Claro que yo mantenía rígida mi sonrisa y mirando de reojo al cielo solté un largo suspiro y me dije entre mi mismo: Bueno si esto es lo que quieres Señor que así sea.

Tome las dos bolsas con la misma sonrisa rígida y agradecí a la hermana por ese gesto tan generoso que le había puesto Dios en su corazón con todos los ademanes que eso conlleva y pensé ¡Ya entendí Señor, ya entendí! Otra vez el Señor diciéndome ¡Te quiero mucho y estoy pensando en ti!

Al los pocos días la misma hermana le manda un mensaje a mi esposa diciéndole: El Señor puso en mi corazón que le pagara la mensualidad del instrumento de música de David (mi hijo)

Esta vez solo pensé ¿Otra ves Señor mio pensando en mi? Ahora veo más claro cuanto me quieres y me sorprende ver que tanto piensas en mi.

Así que a partir de ese momento estoy más que nunca pendiente de los detalles que tiene Dios mi padre para sorprenderme de muchas maneras para decirme ¡Te quiero y estoy pensando en ti!

Espero que este testimonio sea de edificación para sus vidas, los declaro bendecidos.

Agradecimientos: Un agradecimiento a la hermana Gema Pérez por una siembra que me hizo y la declaro cosechando de del todo el bien que en ella habita.
A la hermana Citlaly Nava por sus donaciones.
A Steve Hyun por ensanchar su corazón para conmigo.
Al Pastor José Benítez y esposa por todo el amor derramado con nosotros.
A la Hna. Gloria Rodriguez e Hilda Bernabé por ser tan consideradas con nosotros, Dios les de en abundancia.

A todos ellos los bendigo y pido a Dios padre que conceda los deseos de sus corazones los amo en el amor de Cristo Jesús Señor nuestro. Amen

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