Lo que los ojos no ven.
Estaba leyendo el pasaje de Lucas 2:8-14 cuando reflexionando en esto, note que Lucas estaba escribiendo esto con un propósito, exaltar el nacimiento del Mesías y mostrarle a la vez a Teófilo que nunca estamos solos, que aunque no podamos ver, estamos rodeados de huestes celestiales.
Pero no siempre se trata de ángeles de Dios, sino que también el evangelio nos dice que el mundo entero está bajo el maligno, 1 Juan 5:19 es decir rodeado de huestes de maldad en las regiones celestes. Efesios 6:12
La juventud hoy en día todo esto se les hace una fantasía, no temen al diablo y al infierno, se vuelven muy fácilmente amigos del mundo sin saber que haciendo esto, se constituyen enemigos de Dios. Santiago 4:4
Debemos de suponer que la ciudad de Belén estaba llena de ángeles que estaban contemplando el evento más grande del mundo, y que lo que vieron los pastores no fue más que simplemente la realidad de lo que estaba sucediendo sin que nadie lo pudiera ver; pero cuando se les abrieron los ojos, pudieron ver que no estaban solos en medio de la noche, sino que estaban rodeados de una multitud de huestes celestiales.
Hasta ahí vamos bien, ¿pero y si en lugar de ángeles estuviéramos rodeados de demonios? No los puedes mirar y quizá ni lo notes, pero a menudo los jóvenes tienden a ir a lugares donde se mueven esa clase de huestes de maldad en las regiones celestes. Efesios 6:12
El problema de nuestros jóvenes es que sin saberlo se hacen amigos de ellos, ignorando que el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. 2 Corintios 11:14
Hay otro escrito que da revelación de este tipo de acontecimiento, 2 Reyes 6:16,17 Cuando Eliseo oró para que se le abrieran los ojos de su criado, y su criado pudo ver una multitud de esas huestes al rededor, todo eso sucede hasta el día de hoy. Como está escrito: No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación? Hebreos 1:14
Esa cuarta dimensión para la cual nuestros ojos no fueron diseñados existe y es una realidad en nuestros días.
Es tan real como el príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia. Efesios 2:2
Este es el mismo que ha cegado el entendimiento de los incrédulos, por cuanto no creen en el diablo, no tienen necesidad de un salvador. 2 Corintios 4:4
Y todo porque no podemos ver el otro mundo que nos rodea, Juan escribe lo siguiente: Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno. 1 Juan 2:14
¿Y si no son fuertes? ¿Y si la palabra de Dios no permanece en ellos? Entonces no han vencido al maligno, este pasaje está escrito para los que vencieron siendo fuertes con la palabra que permanece en ellos. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Santiago 4:7/Efesios 10-18
En una ocasión mientras estaba acostado durmiendo a mi hijo, escuché una voz muy clara de hombre que me dijo Carlos! Al instante me sobre cogió un temor que inmediatamente abrí mis ojos y mire para todos lados, cuando me sobre puse de esa emoción pensé ¿Y si fue el Señor que trataba de hablar conmigo? Quizá tenia abierto el canal auditivo para poder escucharlo, pero sin lugar a dudas el temor vino a cerrarlo.
De igual manera puede pasar en lo visual, como cuando vemos que algo se mueve y como por instinto de supervivencia tratamos inmediatamente de cerrar ese canal parpadeando lo ojos.
Según testimonios bíblicos no todos pueden resistir a semejantes casos paranormales, ya sea un ángel del Señor o un espíritu inmundo, lo paranormal nos aterra.
A los pastores que tuvieron la experiencia de vivir ese acto paranormal de ver a los ángeles del Señor les vino un temor, es decir que no por ser algo que viene del Señor precisamente nos tiene que dar paz, ya que por lo regular los ángeles terminan diciendo ¡No temas!
Así que como meditación, podemos deducir que el no creer en esta clase de acontecimiento es igual a no creer en todo lo que en la biblia está escrito, así que seria bueno preguntarles a nuestros jóvenes que qué opinan acerca de estas cosas, y si no les asusta, corremos el peligro que no crean en el diablo y por ende que no tengan urgencia de un salvador.
Los declaro bendecidos y reinando sobre toda potestad y señorío.